El arroz tailandés es una variante de aspecto largo que al cocinarlo queda un tanto "pegajoso". Es el acompañamiento ideal a los curries tailandeses que son muy caldosos, ya que absorbe la salsa y el sabor de dichos curries. Mi favorito es el aromatizado con jazmín. Yo lo cocino así:
1. Mide la cantidad de arroz con un vaso o taza (1 taza y media dan para unos 4 comensales) y ponla en la cazuela en la que lo vayas a cocer.
2. Cúbrelo con agua y revuelvelo con la mano. Verás que el agua se pone blanca con la liberación del almidón. Desecha ese agua y repite la operación 3-4 veces hasta que el agua salga casi transparente.
3. Escurre el arroz después del último lavado y añade la misma cantidad de agua que de arroz y un tercio más (1 taza y media + 1 tercio) y un poco de sal.
4. tapa la cazuela y ponla a hervir al máximo.
5. Cuando veas que prácticamente todo el agua se ha consumido (5-10 minutos) apaga el fuego pero no retires la cazuela del calor de la vitrocerámica. (si no tienes vitrocerámica, déjalo al calor hasta el punto 6)
6. Cuando esté completamente seco (unos minutos después del paso anterior) quita la cazuela del calor y deja reposar el arroz hasta el momento de servirlo. En ese momento, levanta el arroz y airealo con una cuchara para separarlo un poco.
Si no dispones de arroz tailandés sustitúyelo por basmati y cocínalo exactamente igual.
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